Las primeras semanas son muy importantes porque, aunque todavía es un embrión, empieza a desarrollar los cimientos de lo que serán sus órganos, sus rasgos y su sistema nervioso.
Durante esta semana aparecerán dos pequeñas cavidades oculares y la formación de sus orejitas y sus ojos entran en una fase primaria.
Además, se van haciendo hueco para huesos, músculos, riñones, pulmones, intestinos y sistema digestivo.
También se empieza a desarrollar el tubo neural, un tubo al descubierto sin piel, ni huesos que se convertirá en el cerebro, la medula espinal, la columna vertebral y el sistema nervioso.
La placenta, que es el órgano que nutrirá al bebé en los próximo nueve meses, también se empieza a formar.
Tu volumen de sangre aumentara en un 50%, para afrontar la demanda de oxigeno del feto que crece en tu interior. Dentro de tu cuerpo, creas un mundo seguro para que tu pequeño pueda desarrollarse, protegido del mundo exterior, acurrucado.
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